Buenas noches a todos.
Sonaba el teléfono a las 6,45 de la mañana, anunciándonos el inicio del día, que continuábamos nuestro sueño pero despiertos. Después de un buen desayuno (que estos niños y niñas desayuna y bien), a las 8.00 (como un reloj suizo) nos dirigimos al metro para iniciar las actividades de hoy.
Bautizo en el metro, cada uno con su tarjeta de metro (navigo), subíamos al mismo, aprendimos a ser trasbordos y llegar al lugar donde iniciamos las actividades: Hôtel de Ville. Explicada su historia, pasábamos el Sena para dirigirnos a la joya del arte gótico francés: Notre Dame.
Grandiosa por fuera con su portada, gárgolas y pináculos, también grandiosa por dentro con columnas, arcos, nervaduras, sillería del ábside, vidrieras… que te transporta a los tiempos donde el todo era un regalo de Dios y lo único que el hombre hacia era corresponder. Fascinado por tanta hermosura, salimos para hacer nuestra ascensión a las torres de la catedral (422 escalones) estrechos y dificultosos, merecía la pena subir por las vistas que uno es capaz de contemplar desde ellas.
Tras un breve descanso, dejamos la Cité para para dirigirnos al barrio latino, cuna de ciencia y experiencia, cuna del pensamiento moderno. pasemos por su calles que en otro tiempo fueran lugar de café y discusiones filosóficas y científicas convertidas en locales que albergan restaurantes y tiendas para el turismos, pero que conservan aún su solera: plaza de S. Michele, iglesias como de S. Severin y S. Julien de Pauvre son una muestra de ellos.
La visita de este barrio termina en la librería Shakespeare (todo en ingles) y donde nuestra alumna Laura Ponce interpretó algunas piezas al piano, que se encuentra en la librería (es un volver a lo clásico)
A las 12.00 nos dirigimos a los jardines Juan Pablo II para hacer un alto y reponer fuerzas y visitar la île de S. Louis. A las 15.00 dábamos comienzo a la jornada de la tarde, visita al palacio de Justicia, la S. Chapelle y la Conciergerie. tras estas visitas llegamos a la Square du vert Galant. disfrutamos de un descanso merecido después una jornada repleta de experiencias.
Pasamos el Pont Neuf, para regresar al hotel, de nuevo en metro y transbordos para llegar, hacer las compas para mañana, cenar, ver el partido y al merecido descanso. Mañana nos espera otra bonita experiencia.
Dulces sueños y hasta mañana.
